miércoles, 24 de octubre de 2012

Porque quiero que al pensar en ti, al abrirse la puerta seas tú, solo tú.

Y la primera persona en darme los buenos días seas tú, seguir olvidando a la multitud de los suburbios, o cualquier cosa negativa. No importan ni importaran lo que piensen todos, judios, mormones, católicos, castos, envidiosos, ignorantes, todo tipo de gente en todo tipo de religiones. Solo nuestras almas en plenitud de todo el espacio y el tiempo.

Rocíos invocados por las margaritas al caer la larga y esplendosa manta de la primavera, que la belleza y la razón envidian, más grande que el significado de amor de Hamlet hacia Ofelia en sus momentos de locura, más interesante que las jamás olvidadas frases y argumentos de la literatura inglesa.

Son solo diferentes versos dedicados hacía ti, y el mismo sentimiento siempre.